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II Jornada de Mujeres ´SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN COOPERATIVA. DESARROLLO RURAL Y AGRICULTURA´

II Jornada de Mujeres ´SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN COOPERATIVA. DESARROLLO RURAL Y AGRICULTURA´

La Cooperativa Agraria Coproga y la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos organizan la II Jornada de Mujeres “SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN COOPERATIVA. DESARROLLO RURAL Y AGRICULTURA”  que cuenta de la cofinanciación de la Gerencia de Servicios Sociales (Junta de Castilla y León) y la colaboración Asistencia Integral Rural, S.L., CyLGesglobal 2552 S.L., CAJAMAR y NUPECO, S.L.

La jornada se realizará en la Villa Romana ‘La Olmeda’ en Palencia, el próximo sábado 4 de mayo de 2019, y versará sobre la importancia de la participación e implicación de la mujer en todos los sectores y también en el agrario, así como el valor de las mujeres en las cooperativas agrarias. Apostar por las mujeres del medio rural, es apostar por el futuro y el desarrollo de las cooperativas, pero sobre todo, por el futuro y el desarrollo de los pueblos en los que se ubican.

En representación de Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos, participará en la Mesa Redonda la Presidenta, Dña. María Luz Gutiérrez Vaquero.

 

Los mayores se apuntan al móvil

Los mayores se apuntan al móvil

Dos grupos de personas mayores de 65 años han asistido en Roa (Burgos) a seis sesiones de un taller de teléfonos inteligentes.

Durante los meses de marzo y abril se han llevado a cabo dos talleres sobre el uso del teléfono móvil en el municipio de Roa de Duero (Burgos).

Ambos talleres, llevados a cabo por el Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos en colaboración con el Ayuntamiento de este municipio, han constado de 6 sesiones de dos horas de duración cada una. Cada taller ha estado formado por un total de 8 participantes con diferentes niveles en la utilización del Smartphone por lo que cada sesión se ha ajustado a dicho nivel e intereses de los asistentes.

Se han trabajado aspectos básicos del teléfono desde un formato muy dinámico y participativo en el que todos los participantes asistían con su teléfono propio y ha sido posible dar una respuesta individualizada, resolviendo dudas e intereses particulares a medida que avanzábamos en las sesiones. El interés de las personas mayores por seguir aprendiendo a utilizar estas tecnologías es muy alto y muestran su disposición a realizar más talleres de este tipo.

Este taller se ha desarrollado con un total de 12 horas en cada grupo, forma parte del programa «mayores conectad@s” en el que se incluyen talleres relacionados con la detección del miedo y el pensamiento negativo en relación a las tecnologías con los que se intenta evitar el aislamiento al que están sometidas las personas mayores que residen medios rurales y que no están familiarizadas con el uso de estos dispositivos en su día a día.

Curso Parentalidad Positiva en Ampudia

Curso Parentalidad Positiva en Ampudia

El objetivo de este curso es dotar a las personas participantes de herramientas para la mejora de las relaciones con sus hijas e hijos. La parentalidad positiva es un nuevo concepto en la educación y comunicación familiar, que se ha puesto en auge debido a las nuevas necesidades parentales que surgen en el siglo XXI.

Llevamos ya varias sesiones y seguiremos trabajando hasta finales del curso escolar, que es cuando “les daremos las vacaciones de verano a las mamás y papás de Ampudia”, que están muy felices con esta formación y nos transmiten que les está sirviendo de ayuda, ya que están aprendiendo múltiples recursos para enriquecer sus vínculos familiares.”

Emprendimiento en el medio rural #1000RostrosLEADER

Emprendimiento en el medio rural #1000RostrosLEADER

Desde el Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos, entidad integrada en la Red Española de Desarrollo Rural, nos sumamos a la campaña digital #1000RostrosLEADER para mostrar a la sociedad la realidad de LEADER en el medio rural. Para ello, queremos servir de altavoz a los emprendedoras y emprendedores del territorio ‘Campos y Torozos’, que gracias a LEADER han logrado desarrollar su proyecto vital en nuestro medio rural.

Entre el desconocimiento general del gran público sobre el enfoque LEADER y las manifestaciones constantes de sectores poco favorables al desarrollo rural, el grueso de la población sigue sin ser consciente de la importante labor que LEADER ha desempeñado y sigue desempeñando en nuestros territorios rurales.

Para ello, lanzamos la campaña #1000RostrosLEADER, con la que queremos mostrar al conjunto de la sociedad los frutos conseguidos a través del trabajo de los Grupos de Acción Local (GAL) y los emprendedores/as rurales.

Ahora que por fin hemos logrado entre todos que la despoblación ocupe un lugar en la agenda mediática y política, debemos ser capaces de lograr que LEADER sea percibido en la sociedad como un instrumento perfectamente válido para combatir el despoblamiento y llevar vida a los pueblos.

Tenemos en nuestra mano demostrar a la sociedad que LEADER es una herramienta útil para revertir el éxodo rural de los jóvenes, luchar contra la despoblación, mejorar la calidad de vida, empoderar a sectores menos beneficiados…

Es muy fácil participar: las personas o entidades beneficiarias de las ayudas LEADER que quieran sumarse a la campaña deben subir una publicación a Twitter con el hashtag #1000rostrosLEADER, con una foto de su equipo de trabajo/promotores y nombre de su empresa, el municipio y provincia donde desarrollan su actividad. Además de retuitear esa publicación para todos nuestros seguidores, también volveremos a publicar esa información en nuestra cuenta, añadiendo el GAL que haya gestionado esas ayudas, y se incluirá en una publicación digital permanente.

¡Contamos con vosotras!

Carta de Amor desde la España vaciada

Carta de Amor desde la España vaciada

Las asociaciones rurales y urbanas que constituimos la red de colaboración y trabajo Colectivos de Acción Solidaria (CAS), de la que forma parte la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos, llevamos muchos años preocupadas por la despoblación rural. Fruto de la reflexión colectiva hemos escrito esta carta dirigida al ámbito social y político.

Hace sesenta años los poderes financieros y políticos decidieron que nuestro país, por su interés estratégico, pasase a formar parte del grupo de países ricos del mundo. Desde ese momento comenzó a cambiar la situación de pueblos y ciudades y también las vidas y el futuro de varias generaciones.

Diseñaron nuestra economía que pasaba por crear industrias en las ciudades y desarrollar el turismo en las costas. Eso supuso concentrar a la población en las principales ciudades y en el litoral y cambiar la agricultura campesina por la industrial mecanizada y usando agroquímicos.

Todas las decisiones públicas y familiares sobre cómo y dónde vivir, a qué dedicarse para ganarse la vida, si debían estudiar o no las hijas y los hijos, ya fueron muy diferentes a como venían siéndolo desde siglos atrás.

Y comenzó un gran éxodo de los pueblos hacia las ciudades de España y a las de varios países del norte de Europa. La sangría de jóvenes desde aquel momento ha sido imparable vaciando los territorios hasta entonces llenos de vida.

Sin embargo, las personas que quedamos viviendo en los pueblos, lo hacemos porque sentimos que estamos disfrutando de unos valores ancestrales que nos hacen la vida más feliz. El contacto con la naturaleza, con el aire limpio, formando parte de unos paisajes maravillosos cambiantes en cada estación, ayudan mucho a vivir de un modo sencillo pero pleno de satisfacciones.

Somos conscientes cada día de la enorme importancia que para la vida de todos tienen la comida sana, los bosques y la regeneración del aire, el agua limpia y la diversidad de plantas y animales.

También valoramos el gran legado que para nuestro espíritu nos dejaron nuestras personas mayores con sus fiestas, sus ritos y tradiciones, sus cuentos y leyendas, sus arquitecturas y sus artesanías.

Todo este inmenso patrimonio material y espiritual acumulado durante siglos creemos que es absolutamente imprescindible no sólo para quienes vivimos en los pueblos sino también para las personas que están en las ciudades ajenas a esta realidad.

Un país sin raíces, sin alma, no puede sobrevivir a un presente con la realidad de un cambio climático que ya está complicando la producción de comida y amenazando la propia existencia de los bosques.

Muchas de las personas que vivimos en los pueblos estamos preocupadas por esta realidad porque la sentimos todos los días. Vivimos apegadas al territorio, a nuestras comarcas no como las atrasadas que no quieren ir a vivir a la ciudad si no como quien valora el lugar donde nació y tiene apego al espacio de su infancia.

Desde estos pueblos vaciados os escribimos para transmitiros que no estamos tristes ni nos sentimos solas pero que sí estamos preocupadas. Lo estamos por aquellas personas que nunca han valorado la gran función vital que históricamente han representado el campesinado dando comida sana a la sociedad y cuidando de la tierra.

Sentimos que muchas personas hace tiempo han cortado el cordón umbilical que une a la humanidad con la naturaleza y nos hace absolutamente dependientes de ella. El modelo económico y social en el que desarrollamos nuestras vidas ha hecho creernos la gran mentira de que el dinero lo puede todo y resuelve todos los problemas.

Pero sin ríos limpios, sin montañas cubiertas de árboles, sin ganado pastando prados y montes, sin tierras cultivadas libres de productos químicos, sin personas cuidando de las casas y los pueblos, no es posible un futuro saludable y digno para nuestro país.

Nos parece que las dos Españas no solamente son las divididas por la ideología o por la tremenda desigualdad entre personas ricas y pobres acrecentada en los últimos años. También hay dos Españas por la concentración de población, recursos y servicios y la inmensidad de pueblos a los que poco a poco se les va restando aprecio según van perdiendo habitantes.

Ha sido un largo periodo de desapego de lo rural, de desafecto cuando no de desprecio hacia un pasado que fue la clave de nuestra supervivencia y la base que ha permitido que lleguemos hasta aquí. Una larga historia de desamor entre gente que compartimos las mismas raíces y que nos necesitamos a pesar del desarraigo.

Los medios de comunicación han ido creando un imaginario de tristeza, soledad, frío y desamparo de nuestros pueblos que no es cierto en absoluto. Como tampoco lo es la vida fácil en las ciudades, la oferta permanente y para todos de diversión con poco trabajo y la abundancia de empleos bien pagados.

Queremos pues, con esta carta, tenderos una mano para empezar a reconstruir una historia de amor que nunca debió romperse pues no ha traído más que el dolor del desarraigo y el abandono de los recursos necesarios para la vida de todas las personas.

Queremos que el reencuentro no sea sólo los fines de semana cuando os apetece disfrutar como turistas de nuestros pueblos y paisajes o en verano cuando buscáis la diversión de las fiestas, las reuniones con la familia y amistades de la infancia.

Necesitamos una mirada más profunda y afectuosa con las madres y los padres, con las abuelas y los abuelos que se dejaron la vida por sacar a la familia adelante y continúan al cuidado de las casas y los campos de todas. Sienten en lo profundo de su corazón que los recursos vitales, que lo que le legaron sus madres y padres, es sagrado porque es imprescindible para la vida. Son un testigo mudo que recuerda todos los días que su pequeña parte de este país que es su pueblo es, y seguirá siendo, imprescindible para el mantenimiento del aire y el agua limpios, para la comida sana, para la producción de energías no dañinas para la naturaleza.

Es su mano, nuestra mano, tendida al corazón de la gente de las ciudades para deciros que os queremos y nos necesitamos para que la vida de nuestras hijas e hijos sea posible en el futuro inmediato corrigiendo juntas los enormes daños que hemos hecho al planeta y que ya empiezan a pasar factura en forma de calentamiento global, sequías, incendios forestales y todo tipo de desastres naturales.

Sólo juntas es posible salir adelante recomponiendo una pequeña ruptura de sesenta años en la larga historia de la humanidad. Nosotras tenemos todo el ánimo para recibiros y ayudaros a reconstruir las relaciones y los cuidados con quienes nos antecedieron, con sus hogares y sus campos, con la madre tierra. El futuro no puede ser la vorágine urbana de contaminación, consumo y derroche de materiales y energía.

Seamos responsables del legado de nuestros y nuestras antepasadas y respetemos su sabiduría aprendida con hambre. Si no cuidamos de la tierra seremos víctimas de nuestra irresponsabilidad. Volvamos a coser la misteriosa y fina línea que une el amor y la vida.