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VALORAR LAS DIFERENCIAS NOS AYUDA A APRENDER

VALORAR LAS DIFERENCIAS NOS AYUDA A APRENDER

¿Has pensado como te sentirías tú si tuvieras que dejar de vivir en tu casa, de ir a tu colegio y de estar con tus amigos e irte a vivir a un lugar en que no conoces el idioma?

Eso es lo que viven muchos de los niños con los que actualmente convives en el colegio, con los que vas al parque o ves en la piscina, además muchos de ellos han tenido que despedirse de sus familias y venir a vivir con personas desconocidas. Seguro que no te gustaría estar en su situación. Por eso tenemos que intentar ayudarles todo lo que podamos a que se sientan a gusto sin importarnos su color de piel, su religión o su país de procedencia.

Nuestra sociedad está compuesta por personas de distintas nacionalidades, culturas y religiones que se han visto obligados a desplazarse de sus países por diversas circunstancias con la finalidad de encontrar una vida mejor, esto no los hace mejores o peores que nadie y debemos aprender a respetar nuestras diferencias igual que lo hacemos con las diferencias que tenemos con nuestros hermanos.

Esta diversidad de culturas, religiones y formas de pensar tienen que ser entendidas como una fuente de conocimiento, seguro que nunca has viajado a países tan lejanos como de los que provienen ellos, pero pueden contarte historias maravillosas si les das la oportunidad, y pueden hacerte viajar hasta allí sin tener que moverte del sofá.

El colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos trabaja por la tolerancia social y la interculturalidad.

El Colectivo Tierra de Campos trabaja por la tolerancia social y la interculturalidad.

El Colectivo Tierra de Campos trabaja por la tolerancia social y la interculturalidad.

Nadie nace sabiéndolo todo y los sentimientos como el odio, la alegría, el amor, el enfado… se aprenden al igual que se aprende a caminar, hablar, saltar… A medida que crecemos, las experiencias por las que pasamos condicionan nuestras actitudes y nuestra forma de pensar: aprendemos de lo que vivimos pero también de lo que nos cuentan o explican las personas en las que más confiamos.

La tolerancia hacia aquellas personas que consideramos distintas ya sea por el color de su piel, por su lugar de origen, por su religión o por cualquier otro motivo, es una capacidad que se aprende, por esta razón es fundamental educar a los niños y niñas en el respeto mutuo, motivando el conocimiento de otras costumbres y culturas e intentando incrementar su curiosidad por las personas que viven en ellas.

Los aprendizajes, opiniones y actitudes no son estáticos sino que varían a lo largo de la vida por lo que, además de una buena educación en tolerancia social desde la infancia, es muy importante que las personas adultas estén motivadas a aprender, conocer y entender otras realidades para, a través de este camino de tolerancia y comprensión hacia todas y cada una de las personas, hacer posible una mejor convivencia y avance social.